martes. 19.03.2024
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Hay una respuesta muy fácil, al menos a simple vista:

El índice de reflexión del agua del mar y de la nieve.

¿Y esto qué quiere decir en “cristiano”?

Vamos a explicártelo de la forma más fácil posible.

El sol llega a la tierra y se refleja sobre todas las superficies posibles: asfalto, tierra, hierba, arena, cemento, etc, etc, etc. Cada una de estas superficies refleja una determinada cantidad de luz solar y por tanto ultravioleta. Y todos ya sabemos a estas alturas lo nocivos que son los rayos ultravioletas para los ojos y la visión en general.

El índice de reflexión es el porcentaje, la cantidad de luz ultravioleta que refleja una determinada superficie.

Y como puedes suponer este índice de reflexión es muy superior tanto en la nieve como en la superficie marina.

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En la nieve el índice es de 0,82, es decir, se refleja la luz solar por encima del 80%. Esto es una barbaridad, porque toda esa cantidad de ultravioleta penetrará en nuestros ojos aunque no miremos directamente al sol si no llevamos las apropiadas gafas de sol en la montaña nevada. En la superficie marina es más difícil calcular este índice, pero se cree que está en torno al 0,3,. Es sensiblemente inferior al de la nieve, pero triplica al del asfalto, que está en torno al 10%, y casi duplica al de la hierba: un 18%.

Por todo esto es importante, no solo llevar unas gafas con la suficiente protección ultravioleta, que esto ya se da por descontado, sino que además se hace necesario usar unas gafas de sol con una categoría especial.

¿Qué es la categoría de las gafas de sol?

Son las distintas divisiones que se usan para clasificar a las gafas de protección solar en función de la cantidad de luz visible transmitida. Ojo, esto no tiene nada que ver con la cantidad de ultravioleta. Se da por hecho que cualquier gafa de sol tiene que absorber el 99% de luz UVA/B. Las categorías de gafas de sol hacen referencia, para entendernos, a la cantidad de oscuridad que proporcionan. Hay gafas de sol con lentes más claras y con lentes más oscuras.

Una categoría A, o también llamada 0, sirven para clasificar a las lentes casi transparentes pero con una ligera tinción, ideales para entornos de baja visibilidad como pueden ser los amaneceres o atardeceres. Y están especialmente indicadas para deportes como el ciclismo, que necesita de protección ocular y de buena visión. 

Para lo que nos atañe, que ya has visto antes que se trata de condiciones de luz solar mucho más extremas, lo ideal sería usar unas gafas de categoría 4, o D. Este tipo de gafas permite el paso de tan solo un 10% de luz visible.

Insisto en que la protección contra el UV es la misma, pero este tipo de cristales de sol, proporciona una mayor comodidad ocular para actividades prolongadas tanto en la montaña como en alta mar.

Pero tienes que tener en cuenta una cosa, este tipo de gafas de sol no están homologadas para conducir por su “excesivo grado de oscuridad”. Además de la oscuridad que aportan estas gafas, también provocan que los colores no se aprecien bien en la carretera, y ello conlleva sus riesgos.

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Espero que tras leer este artículo te haya quedado más clara la importancia de proteger nuestros “ojitos” en nuestros terrenos favoritos.

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Hasta pronto


foto-carnet-2016Gerardo Zarzo

Soy óptico-optometrista y desde hace 6 años me dedico al marketing digital. Debido a mi profesión como optometrista, estoy especializado en Marketing Online para el sector óptico. Una de mis principales misiones es la de difundir contenido sobre salud visual en el blog Presbicia o vista cansada

 

 


 

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