¿Cómo de respetuosa con el medio ambiente es nuestra educación, es nuestra vida? Nada creo que se pueda asemejar a lo que ha hecho la familia noruega de la que os vamos a hablar a continuación. Construyeron una mini-casa con sus propias manos, sostenible con el medio ambiente y muy eficiente para aprovechar al máximo los recursos que ofrece la naturaleza.
En diciembre de 2013, los seis componentes de la familia se mudaron al norte de Noruega, a una isla llamada Sandhornøya, localizada a más de 1.000 kilómetros al norte de Oslo. Esto es, en el Círculo Polar Ártico. La familia comenzó a construir esta casa con la ayuda de familia y amigos. Su objetivo era construir una casa sostenible que pudiera proteger a los ocupantes de las condiciones climáticas extremas del norte de Noruega. Ingrid Hjertefølger dijo en este mini documental: "queríamos una casa que fuera saludable para vivir y buena para el medioambiente", y eso es exactamente lo que crearon.
En esta remota isla es donde viven
La casa tiene tres pisos, cinco dormitorios y una cúpula geodésica capaz de recoger la energía solar de más de 7 metros de altura cubriendo el exterior. La cúpula es básicamente una esfera hecha a partir de una red de triángulos. Manteniéndose fieles a su objetivo de preservar el medio ambiente, construyeron su hogar con adobe, que consiste en arena, agua, barro y paja. Mezclaron el adobe con una máquina cementera, sus manos y sus pies.
La cúpula de vidrio que cubre la casa no solo protege su hogar de las inclemencias de la naturaleza, sino que permite a la familia mantener vivo su jardín durante cinco meses más de lo que lo podrían hacer si el jardín estuviera al aire libre. Excepto tres meses en los que no se ve la luz del sol, el resto del año la familia cultiva tomates, manzanas, pimientos, ciruelas, albaricoques, uvas, pepinos, calabazas, especias y un largo etcétera. El sistema de riego se controla con un temporizador que regula la cantidad de agua a distribuir por el jardín y por el huerto.
Ah, ¿y el agua? La casa posee un sistema para guardar el agua limpia y reutilizar las aguas residuales para fertilizar y regar las plantas, así como crean su propio compost y únicamente utilizan productos de limpieza biodegradables. "La sensación que tenemos cuando entramos a nuestra casa es algo diferente al entrar en cualquier otra", explica Hjertefølger a Inhabitat. "El ambiente es único. La casa tiene tanta calma que casi podemos escuchar la tranquilidad. Es difícil de explicar. Pero hubiera sido imposible obtener este sentimiento en una casa que otra persona hubiera planeado y construido para nosotros"
El ambiente general de la casa y de la familia es mágico, como puedes ver con solo echar un vistazo a las fotos. No solo la casa y la naturaleza circundante (y las increíbles vistas de las auroras boreales) parecen sacadas directamente de una postal, sino que los Hjertefølger también crían a sus hijos con la misma atención y el mismo optimismo con que construyeron la idea de su hogar. "Creo que podemos contribuir a hacer del mundo un lugar mejor", dijo Ingrid. "Simplemente viviendo genuina, feliz y libremente tanto como sea posible".
Su objetivo es brindarles a sus hijos una gran infancia con las herramientas y los conocimientos necesarios para poder tener éxito en el futuro y saber administrar la vida en la Tierra. En el futuro próximo tienen en mente construir cabañas adicionales para campamentos y retiros de yoga, así como organizar talleres, clases y conciertos en su propia casa.
"Creo que si todos cumplieran sus sueños e hicieran aquello en lo que son buenos, el mundo funcionaría maravillosamente bien", comenta Ingrid en el documental. "Creo fervientemente que en la Tierra hay una explicación lógica para cada cosa y que todas las personas están en este mundo para aportar su granito de arena y lo que se necesite de cada uno."
En nuestra sección Nómadas podéis encontrar infinidad de ejemplos de personas que tienen el valor necesario para tomar decisiones en ocasiones muy difíciles de poder ejecutar. Así que allá vamos con esta preciosa historia.
A continuación os dejamos con unas pocas imágenes más y con el documental que hicieron los chicos de Deadline media, una auténtica pasada.
La familia diseñó su casa en el Círculo Ártico y con las temperaturas extremas y el viento en mente.
El interior de la casa también está inspirado en la naturaleza.
La familia composta los restos de comida y reutiliza las aguas grises y negras.
Hjertefølgerne / The Heart Followers from Deadline Media on Vimeo.
Artículo escrito con información de los portales:
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