Frente a la costa Croata en el mar Adriático existe una pequeña isla. La isla de Bisevo, conocida desde la antigüedad. En el 1050 se fundó allí el monasterio benedictino de San Silvestre que un par de siglos más tarde, a causa de los piratas fue abandonado.
Entrada a la cueva azul
En la actualidad el mayor atractivo es su cueva de color azul (en croata Modra špilja), que en verano atrae a muchos turistas.
Descubierta por el barón Eugene Rausoonet en 1884, solo se puede llegar en barco. Situada en la parte oriental de la isla, la cueva tiene una pequeña entrada de 1,5 m de altura con una longitud total de unos 24 metros y una profundidad de unos 16 metros.
Cuando el sol está a su máxima altura, el efecto de refracción de la luz en el interior de la gruta crea una visión espectacular. La luz azulada lo inunda todo dentro de esta impresionante cueva marina.
Jose Manuel Blázquez Alonso es creador y editor del blog Meridianos, pescador y contador de historias en la red desde el siglo pasado. Escritor en evolución continua. Mente inquieta en constante duda metódica.
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