SurfRoadTrip - L@redo from Pepa Lluvia on Vimeo.
La sensación de abrir los ojos y escuchar las olas, de incorporarte y asomándote a la ventanilla del maletero de una furgoneta, ver el mar desde una pequeña cala del norte. Salir, respirar y oler, y querer desayunar con la pereza de buscar un café para sentirse humano y coger energías que se consuman entre las olas.
¡Quítame el neopreno que soy incapaz de usar las manos!
Desconectar, por una semana, buscando esa sonrisa en la gente que necesita descansar del exceso de reflexión, la típica sensación de estar reventado y sentirte reconfortado a la hora de cenar en la penumbra de unas lucecitas, y una luna llena que vaguea tras las nubes.
Con las articulaciones agarrotadas e incapaces de articular palabras que no rechinen, sumergirse en la diferencia térmica de frío a menos frío, pero con esa sonrisa que grita con la brisa del mar en la piel de gallina de un mes de marzo a las 8 de la tarde.
Recuperar el calor con una cerveza, con ese color sano de los mofletes de los amigos que se torraron al sol, y con ojos salinos contemplar que están brillantes porque han sobrevivido a otra jornada sin agua caliente, arena, melenas al viento y todo esto con mucha felicidad.
Aún sabiendo que el traje seguirá empapado mañana.
Vivimos en las redes