viernes. 19.04.2024

La leyenda de Chicama: la izquierda más larga del mundo protegida por ley

Chicama es una de esas olas con la que todo surfista sueña. No es la más alta ni la más potente, pero tiene el encanto de esos lugares únicos en el mundo, esos lugares que cuando los pisas sabes que no hay nada igual. Como en otras muchas zonas, la acción del hombre ha estado a punto de dejarnos sin ella. Esta es su historia y su leyenda.

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Foto: Duck Whisperer

¿Quiénes fueron los primeros en surfear las olas de este mundo? ¿Quiénes fueron aquellos valientes exploradores que se lanzaron a recorrer el mundo en busca de la ola perfecta? La mayoría de los apasionados del surf se han parado alguna vez a pensar en estas cuestiones.

Todo parece indicar, entre leyenda y realidad, que fueron los hombres preíncas los primeros en surfear gracias a los llamados Caballitos de Totora: embarcaciones pesqueras, no mucho mayores que una tabla moderna de surf, que posiblemente fueron remodeladas para su uso lúdico. Los preíncas desafiaban el impredecible temperamento del mar transformándose en un solo ser con las olas.

Cuenta la leyenda que una vez existió una ola eterna, tan larga que podía llevarte hasta el final de la tierra. Una ola legendaria. Cuando desaparecieron los hombres preíncas, el paradero de la ola desapareció junto a ellos. Durante cientos de años su ubicación permaneció siendo un misterio. No fue hasta 1965, cuando el surfista hawaiano Chuck Shipman observó una ola desde su avión quedándose prendado al instante. No conocía la localización exacta y su única referencia era ese lejano avistamiento mientras sobrevolaba el desierto del norte de Perú. Aún así, encargó a un grupo de surfistas peruanos la ardua misión de encontrarla. Durante dos años recorrieron el desierto peruano en su búsqueda hasta que llegaron al Puerto de Chicama. Fue allí donde encontraron un lugar privilegiado por la naturaleza: la playa con la ola más larga del mundo.

Aquí es donde terminan las leyendas y comienzas las verdaderas historias.

La historia

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Foto: Alexander Haro

La historia del surf es difícil de rastrear en lo relativo a sus orígenes puesto que no hay documentos escritos que la atestigüen. A pesar de ello, se conservan diversos testimonios de antiguos viajeros europeos que observaron el arte de deslizarse sobre la superficie del agua. Con la aparición del surf moderno y su extensión por el mundo se ha podido reconstruir la historia contemporánea del surf. Actualmente el surf se practica en casi todo el mundo, aunque las industrias más boyantes de tablas y complementos tienen sus sedes en Australia, Europa del Sur (mayoritariamente España, Francia y Portugal) y Estados Unidos.

Sobre su origen existen diferentes teorías. Hasta hace poco el origen del surf se podía situar en las islas del Pacífico Sur y Micronesia, en el seno de la cultura polinesia en la que los nativos se deslizaban sobre las olas subidos en canoas y barcas pesqueras. Sin embargo, una nueva teoría surgió con el descubrimiento de cerámicas de la cultura Mochica (Siglos I d.c. hasta VI d.c.) en el Norte de Perú, en ellas se refleja la figura de un hombre deslizándose sobre una ola subido en una embarcación fabricada con una planta acuática conocida como Totora. Esta teoría ha generado una nueva corriente surfera que solicita a la Asociación Internacional de Surf que el Caballito de Totora sea considerado como el origen de este maravilloso deporte.

Los nativos de la costa norte de Perú eran pescadores que surcaban las olas cabalgando los Caballitos de Totora para obtener su sustento. Así pues, tenían que cruzar las olas hasta llegar al lugar de pesca (localizado a veces más allá de 10 kilómetros de la costa) y regresar con la carga en el depósito, una hendidura en la parte central trasera del Caballito donde se podían cargar probablemente hasta 50 kilogramos de pescado. Imagínate la dificultad de la empresa: Volver tras un duro día de trabajo en una embarcación muy inestable, con una carga de hasta 50 kilos y el reto de surcar las olas de regreso evitando la zozobra de tan minúscula embarcación.

El Caballito de Totora era utilizado para pescar y no hay evidencias de su uso lúdico. Se cree que se crearon Caballitos especiales en su momento y que incluso se llegaran a realizar competiciones, pero no hay referencias que lo atestigüen. Es por ello que mucha gente discrepa en cuanto al origen del surf al considerarse que surfeaban las olas por obligación y no por diversión.

La primera ola del mundo protegida por ley

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Foto: Geraint Rowland

Desde hace años existía la amenaza constante de la construcción de un muelle tipo espigón para recibir buques en el Puerto de Chicama modificando el relieve costero y afectando directamente a la ola más larga del mundo.

La que otrora fuera una ola idolatrada, veía su existencia con incertidumbre por el crecimiento económico desordenado del país, que no solo estaba poniendo en riesgo la tranquilidad de los peruanos, sino también la de su patrimonio natural.

En 2013 se publicó el Reglamento de la Ley de Rompientes, teniendo como principal misión proteger las playas del litoral que tengan las mejores olas y así asegurar su conservación. Sin embargo, para poder lograrlo se tenían que entregar expedientes técnicos que justificaran la protección de cada una de ellas. Tras más de dos años, y gracias a campañas de diversas organizaciones, se logró presentar el primer expediente técnico. A día de hoy, una de las playas más representativas de Perú y del mundo ya está protegida.

Con el auge del surf están surgiendo nuevas asociaciones que no sólo buscan el reconocimiento que el surf merece, sino que luchan por el mantenimiento de olas tan mágicas como nuestra amada Chicama. Es una verdadera alegría que una de las olas con mayor trascendencia en la historia del surf haya podido sobrevivir al paso del tiempo en general y al ser humano en particular.