martes. 16.04.2024

Los Estados integrados en la Unión Europea y el resto del mundo deben aplicar políticas realistas para el tratamiento de residuos. España incumplió las obligaciones de la legislación comunitaria sobre el tratamiento de residuos y vertederos. La ONU aboga por el vertedero cero, el reciclaje y la reutilización y la OECD enfatiza la economía circular y el vertedero cero.


Perecer bajo una montaña de basura puede convertirse en una realidad si la población mundial no hace nada con sus residuos. Si no se toman medidas realistas, este escenario apocalíptico más propio de una película fantástica, se convertirá en un hábitat imposible.

Exportar toneladas ingentes de basura de una comunidad a otra o de un país a otro, utilizar incineradoras o vertederos insostenibles que afectan a las capas freáticas son prácticas que deben pertenecer a un modelo del pasado. Se trata de un sistema insostenible que puede tener consecuencias lamentables para todos. Los Estados integrados en la Unión Europea y el resto del mundo deben aplicar políticas realistas para el tratamiento de los residuos. Según el Banco Mundial en 2100 la población global superará los 11 mil millones. Esto supondrá la generación de 11 millones de toneladas de basura diarias.

Se han dado pasos importantes, pero no son suficientes. El pleno del Parlamento Europeo aprobó el 14 de marzo de 2017 un proyecto legislativo encuadrado dentro del PEC (Paquete de Economía Circular) para iniciar un cambio. La propuesta consiste en pasar de los actuales porcentajes de reciclaje del 65% y un máximo del 10% de residuos depositados en vertedero a un 70% de reciclaje y un 5% de vertedero. La solución pasa por transformar la fracción orgánica de cualquier tratamiento, que habitualmente se lleva al vertedero, en un recurso valorizable.

En 2100 la población global superará los 11.000 millones. Esto supondrá la generación de 11 millones de toneladas de basura diarias

La norma europea tiene un gran calado y supone un gran avance, tanto para la protección del medio ambiente como para la salud humana. Hasta ahí la teoría bien. El gran problema es poner los medios y recursos para poder alcanzar esos límites en la realidad, ya que a día de hoy el reciclaje no llega al 40% de media en la UE y más del 65% de los residuos acaba en el vertedero o en la incineradora. La situación es de extrema gravedad, pero más grave es la ausencia de planificación y de medidas para su corrección.

Esto adquiere aún más relevancia en algunos países como España, donde el pasado 15 de marzo el Tribunal de Justicia de la Unión europea (TJUE) dictaminó que el país incumplió las obligaciones de la legislación comunitaria sobre el tratamiento de residuos y vertederos. Es decir, no se ajusta a los porcentajes de reciclaje y de vertido de residuos a vertederos al no adoptar las medidas necesarias y pone en peligro la salud humana y el medioambiente. Una oleada de multas se atisba en el horizonte.

La situación no es nueva, teniendo en cuenta precedentes como en Italia, a la que -en diciembre de 2014- la UE ya impuso una sanción de 42 millones de euros. 198 de sus vertederos no se ajustaban a la legislación europea. Lo mismo le sucedió a Grecia, que recibió una sanción de 10 millones. Hasta el momento la aplicación de las sanciones por parte de la UE ha sido bastante laxa comparada con otras economías como la norteamericana, pero en los próximos años hay una firme decisión en su aplicación.

Megatendencias

Para poder alcanzar a ver la gran problemática que existe y se puede generar, hay que evaluar una serie de factores que vamos a tener que enfrentar a corto y medio plazo, entre los que podemos destacar los siguientes, según el Banco Mundial:

»El crecimiento de la población mundial es de un 2% anual. En el año 2025 la población mundial alcanzará los 8.000 millones. En el 2050 superará los 9.000 millones y en el 2100 los 11.000 millones.

»Hoy en día se generan más de 3,5 millones de toneladas de basura al día. En el año 2025 según el Banco Mundial se alcanzarán los seis millones de toneladas de basura al día y en el 2100 se generarán 11 millones de toneladas diarias.

»El 66% de ese crecimiento poblacional tendrá lugar en las ciudades del mundo desarrollado, que aglutinará a una población de 6.000 millones.

»Más del 30% de la población mundial en las zonas desarrolladas tendrá 60 años o más.

»En el año 2050 el 50% de la población mundial pertenecerá a la clase media y actuarán en un contexto más cercano a la economía colaborativa que a la competitiva, que deberá enfrentar a los efectos económicos, sociales y medioambientales del cambio climático.

»En 2050 el volumen de recursos consumidos alcanzará los 140 mil millones de toneladas, el triple que en la actualidad.

»La nueva revolución industrial que ha traído el avance imparable de la tecnología, va a provocar un reequilibrio de gran profundidad, determinando un nuevo orden global.

»Con todo ello, el agua, la energía y los residuos serán los ejes centrales de las economías y Gobiernos y supondrán un gran desafío mundial.

Antes estos factores, las economías más avanzadas y los organismos internacionales están adoptando una serie de programas y objetivos para buscar soluciones urgentes a las necesidades y consecuencias de la degradación del entorno natural afectando a los planos sociales y económicos debido a los efectos de la superpoblación.

La ONU aboga por el vertedero cero, el reciclaje y la reutilización. La OECD enfatiza la economía circular y el vertedero cero. La UE implantó la Green Growth Strategy basándose en el I+D+i, donde en el año 2020 los Estados deben destinar un 50% de sus residuos a reciclaje y un 35% a vertedero y en el 2030 un 65% a reciclaje y un 10% a vertedero.

El acuerdo de París marca como objetivo limitar el calentamiento global por debajo de 2ºC. Y en algunas economías desarrolladas como EE.UU ya se aplican programas denominados “Zero Waste” (Residuos Cero) como en las ciudades de Nueva York y San Francisco.

Artículo escrito por Christian Manrique, publicado originalmente en Bez y reproducido bajo licencia CC BY-NC-ND 4.0