martes. 19.03.2024
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La seda de araña es una fibra proteica, rica en aminoácidos como la glicina y la alanina, fabricada de forma natural por las arañas. Se conocen más de 46.000 especies distintas de arañas, el 50% de ellas emplean la seda para capturar presas. Pero hay muchos tipos distintos de seda, según su función. Algunas se emplean para desarrollar redes de caza (telarañas), nidos, protecciones para sus huevos o incluso para transportarse por el aire a modo de parapente.

La seda se produce a través de glándulas, algunas arañas puede tener hasta siete glándulas productoras de seda. Las glándulas producen un fluido (una disolución concentrada de proteínas) que se solidifica al contacto con el aire y se transforme en seda.

La seda de arañas es uno de los materiales más fascinantes de la naturaleza: estéril, ligero y casi invisible, cinco veces más resistente que el acero (por unidad de masa), más resistente que el kevlar (una poliamina sintética que se utiliza en los chalecos anti-bala) y con una elasticidad muy superior al nylon y a la mayoría de los materiales plásticos actuales (puede estirarse hasta un 140% de su longitud sin romperse). Además de ser un material biocompatible.

Actualmente existe un gran interés en estudiar la relación que hay entre la composición y la estructura química de la seda de araña, con el fin de desarrollar materiales que posean propiedades mecánicas similares. El potencial de las fibras de seda de araña en diversos campos es muy importante: podrían emplearse en campos como la ingeniería de tejidos para la regeneración de órganos, tendones o ligamentos, para fabricar suturas, implantes médicos o compresas protectoras, con fines defensivos (chalecos antibalas, materiales antideflagrantes), o elementos de protección o de seguridad vial (vallas, parachoques, …), además de tejidos resistentes e incluso cosméticos.

En el futuro, la biología sintética estará preparada para cambiar no solo la forma en que tratamos las enfermedades o manejamos los desechos, sino también la forma en que nos vestimos. El ejemplo perfecto es el de la empresa japonesa de biotecnología que acaba de anunciar la primera chaqueta del mundo hecha con seda de araña procedente de bacterias genéticamente modificadas.

Esta empresa llamada Spiber está invirtiendo una gran cantidad de recursos en la seda de araña, aunque en vez de crear granjas de arañas para extraer sus huevos, está cultivando la seda utilizando bacterias de manera sostenible.

Así, Spiber se unió hace unos meses a la sucursal de The North Face en Japón para diseñar una chaqueta de esquí a base de seda de araña llamada Moon Parka.

Moon Parka es impermeable, transpirable y muy cálida. Los diseñadores de la chaqueta dicen que estos biomateriales podrán incorporarse algún día a los trajes de los astronautas.

 

Además de sus extraordinarias propiedades, la chaqueta de seda de araña es un gran ejemplo de 'materiales de cultivo', un método de fabricación novedoso que pronto podría reemplazar el poliéster y el nylon. A diferencia de estos productos a base de petróleo, la seda de araña es sostenible porque es cultivada por bacterias que se modifican genéticamente para producir la proteína de seda. Para la alimentación, la bacteria utiliza el azúcar de los productos de desechos agrícolas. Hacia el final de la línea de producción, las proteínas se purifican, se hilan y finalmente se tejen en telas.

Más allá de estos, las excepcionales propiedades mecánicas (alta resistencia, alta deformabilidad, enorme tenacidad) y la biocompatibilidad hacen que el potencial de las fibras de seda de araña en diversos campos sea notable. 


Fuentes:


 

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