El término conciliación se asocia habitualmente a la compatibilización entre la vida laboral y familiar. Un concepto que genera importantes dificultades, especialmente para todas aquellas personas que cada día cuentan con interminables jornadas laborales. Sin embargo, esta idea cuenta con un universo más amplio en el que se encuentran algunos elementos tan beneficiosos para la salud como la práctica del deporte. El estilo de vida sedentario implantado en la sociedad actual, incrementado por las propias empresas, genera problemas para la salud y el bienestar de las personas a largo plazo. Por ello, la conciliación entre la rutina de trabajo y entrenamiento es un factor decisivo para establecer un ritmo de vida saludable. Todo ello con una buena alimentación, donde la nutrición deportiva se ha establecido como un pilar básico en los últimos años.
El cambio comienza desde el ámbito laboral
El primer paso para alcanzar el objetivo de la conciliación entre la rutina de trabajo y la práctica deportiva es adaptar el entrenamiento a la jornada laboral, ya sea antes o después de realizar las tareas profesionales, debido a que cualquier momento del día es bueno para hacer ejercicio físico. En cualquier caso, hay que acostumbrarse a tomar un desayuno saludable y completo a primera hora del día que nos aporte la energía suficiente para abordar todo el día en las mejores condiciones posibles.
Uno de los éxitos del ejercicio físico es la planificación previa. En primer lugar, es importante preparar todo el material que se vaya a utilizar durante el entrenamiento, así como establecer una rutina diaria de todos los grupos de músculos que se van a entrenar durante la semana para poner a punto la musculatura antes de empezar las sesiones en el gimnasio. Al mismo tiempo, debe mantenerse una alimentación pre y post entrenamiento con la ayuda de suplementos energéticos, como los de Olimp Sport, que nos aporten la energía suficiente durante esas interminables jornadas laborales. Por ello, se necesita una buena organización de las horas de trabajo en las que dividir las tareas profesionales, gracias a las cuales se respetarán las tomas de los suplementos pre entrenamiento.
El aspecto mental es tan importante como el físico
Las horas de descanso durante la jornada laboral son vitales para desconectar física y mentalmente de cara a las rutinas de entrenamiento. Para sacar el máximo provecho es aconsejable hacer pausas cortas cada dos horas para dar un paseo por el espacio de trabajo o simplemente levantarse de la silla para evitar la tensión acumulada durante el día, acciones en las que debe evitarse el uso de los móviles para completar el descanso físico con el mental.
Unos consejos con los que se puede llegar al gimnasio en unas condiciones físicas y mentales óptimas para sacar el máximo provecho al entrenamiento, gracias a la buena conciliación con la jornada laboral. Sin embargo, el exceso de energía y motivación puede ser perjudicial para la salud, especialmente con problemas de lesiones, por lo que es aconsejable realizar pequeños descansos de hasta 5 minutos entre las distintas series llevadas a cabo en el gimnasio. Unas sesiones que se deben completar con ejercicios abdominales y cardiovasculares al final del entrenamiento habitual.
Gracias a estas recomendaciones se puede alcanzar el objetivo de la conciliación laboral con la práctica del deporte, aunque existen otros consejos útiles para aquellas personas que no terminar de alcanzar la meta deseada. Encontrar un gimnasio cerca del trabajo es un factor motivacional de primer nivel para que evitar posibles tentaciones de quedarse en casa. Unos estímulos que también se encuentran en el ámbito alimenticio, donde se debe evitar picar entre horas o comer azúcares después de las 20:00. Mientras que se deben sustituir ese tipo de acciones negativas para la salud por otras beneficiosas como beber una gran cantidad de agua al día, o dormir al menos 7 horas para conseguir esa energía necesaria para afrontar el día a día con optimismo.
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