martes. 19.03.2024
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Pasar de una dieta carnívora a una dieta basada en plantas puede parecer cualquier cosa, pero no lo es. Para la mayoría de las personas requiere de mucha fuerza de voluntad, convicción y hasta un autolavado cerebral.

En mi pasado oscuro fui una carnívora empedernida que creía que no podía, pero mis razones se fueron convirtiendo en motivaciones y las motivaciones se convirtieron en motores. Mi historia… esa la contaré en otra oportunidad, el hecho es que claro que se puede y que además vale mucho la pena.

Guía para ser vegetariano y como no enfermarte, volverte loco o salir corriendo en el intento.

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¿Por qué quiero ser vegetariano?

Saber y entender las razones por las cuales quieres cambiar tu alimentación, tendrá mucho impacto en tu estilo de vida y serán tus acompañantes fieles durante todo el proceso. Esta decisión podría estar basada en uno o múltiples factores como: beneficios que aportará a tu salud, compasión por los animales, preocupación por el medioambiente, creencias religiosas y/o espirituales. Apoyarte en tus razones también te ayudará a la hora de responder la típica pregunta (a veces llena de prejuicios) acerca del porqué has dejado de comer carne.

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¿Qué tipo de vegetariano quiero ser? Cada quien sigue su propio camino.

Existen varios “niveles” de vegetarianismo. Su división depende básicamente en cuán estricto seas a la hora de dejar de comer carne. Escoger el tipo adecuado para ti, hará que tu camino sea más facil de recorrer.

Veganos: Dieta mega estricta y mentalidad firme. No consumen ningun tipo de carne o productos derivados de animales. Esto incluye miel, leche, huevos y hasta gelatinas. Támpoco usan pieles, lanas o sedas.

Lacto-vegetarianos: Evitan todo tipo de carne. Mantienen el consumo de lácteos.

Ovo vegetarianos: Comen huevos. Evitan todas las carnes y lácteos.

Lacto-ovovegetarianos: Es el tipo más común. Cero carnes pero pueden consumir derivados de la leche y huevos.

Pesco-vegetarianos: Se permiten los pescados, leche y huevos. Evitan la carne vacuna, porcina, el pollo, entre otros.

Flexitarianos: Una opción más permisiva. Dieta basada en plantas, sin embargo, de vez en cuando, consumen algunas carnes. Técnicamente, no se consideran vegetarianos como tal pero se valora el esfuerzo. La verdad es que si todos fuéramos, por lo menos, flexitarianos conscientes, el planeta viviría otra realidad.

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¡Si te vas a lanzar... lánzate de verdad!

Ser vegetariano será un cambio importante en tu vida que no puede ser tomado a la ligera. Tu éxito dependerá mucho en que tanto te sumerjas en la piscina de cultura vegetariana. Te recomiendo leer e informarte tanto de los beneficios, como las contraindicaciones de llevar una dieta vegetariana. Conocer los mitos que la rodean e investigar acerca de las nuevas necesidades nutricionales (proteínas, vitaminas y minerales).

Involucrarte de lleno en tu proceso hará la diferencia, te sentirás más seguro y confiado a la hora de avanzar. Cada día sera más fácil.

No estás solo en el camino verde.

Ahora que estás mejor informado viene la parte de la interacción. Seguro querrás compartir todo ese nuevo conocimiento con otros vegetarianos. Habla acerca de tu experiencia e inquietudes, pregunta, consulta y visita webs con foros y comunidades de vegetarianos. ¡El conocimiento es poder!

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¡Ya no se me hace agua la boca el bacon!

Algunas personas dejan de comer carne de forma radical, hay algunos a quienes les resulta y otros que no. Yo te recomiendo una transición gradual que no golpee a tu organismo y tu gusto. Cuando ya estés totalmente decidido puedes empezar reduciendo la ingesta de carne una vez a la semana. Los lunes son famosos por ser los “lunes veggies”, empezar la semana de esta forma te dará un buen empujón. Luego, aumentar la frecuencia es una buena forma de evitar las recaídas. Ve adaptando tu cuerpo, esto no es un rehab con terapia de choque, es una decisión que quieres mantener a largo plazo.

Otro dato es replantear la cantidad de carne en tu plato, ve aunmentando la cantidad de vegetales, granos, legumbres y reduciendo las carnes. Cuando menos te lo esperes, y sin tanto esfuerzo, te encontrarás comiendo menos carne.

Comienza con las carnes rojas, después el cerdo seguido del pollo y finalmente el pescado y mariscos. Sustituye la leche por bebidas vegetales alternativas como la de soja, almendras, arroz o avena. Si tienes la fuerza para dejarlo todo de una vez ¡Bravo por ti!

El vegetariano “chatarra”

Evita convertirte en un “vegetariano chatarra” que solo come las tres P: pizza, pasta y pan. Tranquilo que no tienes porqué comer solo lechuga. El mundo vegetal es un territorio amplio y desconocido, te darás cuenta que muchas de tus comidas y alimentos favoritos ya son vegetarianos: lentejas, espagueti napolitano, frutos secos, ufff aguacate y que muchos otros platos (de toa la vida) puedes convertirlos en vegetarianos. Descubre nuevos alimentos como la quinoa, el cus cus o el tofu y varía tu dieta tradicional. Como dicen las abuelitas: ¡No digas que no, si no lo has probado!

Mucho, mucho y bueno bueno

Ser vegetariano no significa morirse de hambre, fíjate que tus porciones de comida sean generosas, nutritivas y ricas, come despacio y haz que el hábito de comer, sea un placer.

Si a mediodía te sientes decaído, ten siempre a mano snacks vegetarianos que te ayuden a saciarte y cargarte de energía para continuar el día. Frutos secos, hummus con galletas, batidos de frutas con bebidas vegetales, barras energéticas, yogur con gránola… las opciones son infinitas.

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Mantén la motivación a full

Cuando iniciamos un proceso que representa un reto, al principio, todo es emocionante e interesante. A medida que vamos superando las pruebas el reto puede convertirse en rutina y con esto, perder el interés. Mantenerse motivado es una regla básica del vegetarianismo, explora y prueba gastronomías exóticas, visita restaurantes tailandeses, etiopes, marroquíes e indios. Los mexicanos e italianos también cuentan con interesantes propuestas vegetarianas.

¿Otras opciones? Hacer cursos de cocina vegetariana o probar nuevas dietas: La macrobiótica, crudívora y la alimentación ayurveda están muy de moda. Todo lo que te llame la atención y te mantenga motivado es válido.

Establece metas y celebra tus logros

Siéntete orgulloso de una transición que podría cambiar tu vida y tu salud. Establece metas cortas y ve alargándolas con el tiempo. Comienza por un día como vegetariano, cuando menos te lo esperes estarás llegando a tu quinto año. Marca en el calendario el día que dejaste de comer carne, celébralo a lo grande y renueva tu decisión.

Ten paciencia contigo mismo, si recaes, no pasa nada, vuelve a comenzar. El proceso para lograr ser todo un vegetariano puede ser largo y complejo. No decaigas en tu objetivo, la recompensa llegará y tu cuerpo y mente te lo agradecerán.

Finalmente, hay que recordar que cada quien tiene su propio proceso. Para vivir una green life es fundamental ser tolerante con el mundo que nos rodea. El verdadero vegetariano no solo no come carne, sino que vive con los principios de protección a la natura. Y si bien es promotor de la causa, hace su mayor esfuerzo por no juzgar al carnívoro (no debemos olvidar que muchos empezamos por ahí), sino que dialoga (con propiedad) y muestra de forma orgullosa los cambios positivos que esta decisión ha tenido en su propia vida. No seamos ni vegetarianos ni carnívoros obtusos y limitados.

P.D. Sé el cambio que quieres ver en el mundo… dicen por ahí.


Lecturas recomendadas

 

La Veganista

Nicole Just

Bajo el lema "veganismo, sí, privaciones, no", este libro -que incluye clásicos con carne en versiones veganas- advierte sobre dos condiciones infaltables a la hora de cocinar: el entusiasmo ante lo nuevo y el gusto por la experimentación. La veganista es un libro con el conocimiento fundamental de esta alternativa ética al consumo de alimentos derivados de animales que día a día gana más adeptos en Argentina y se consolida como un movimiento "irreversible".

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Veganomicón. El libro definitivo de cocina vegana

Isa Chandra Moskowitz

Si sientes que ha llegado el momento de explorar nuevas ideas veganas y dar rienda suelta a tus capacidades creativas en la cocina, este libro te guiará a través de los ingredientes, las técnicas, los utensilios, los trucos y las múltiples combinaciones del arte del buen comer, con más de 250 recetas nuevas.

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Alquimia en la cocina

Montse Bradford

Escrito por una prestigiosa especialista, Alquimia en la cocina y en la vida está llamado a ser un clásico en su género, por la amplitud de su enfoque y su análisis exhaustivo de la alimentación y las necesidades energéticas de las personas. Con la lectura de este manual, cada uno puede hallar su propio camino a la armonía interior, la vitalidad y el optimismo. Éste no es sólo un libro de cocina, sino una forma de vida. En sus páginas se expone cómo: descubrir las necesidades energéticas de cada uno, preparar una dieta personal equilibrada, cocinar deliciosas recetas para alimentar la salud, depurar el organismo con los alimentos.

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Flexivegetarianos

Ana Moreno

No hace falta ser 100 % vegetariano para poder beneficiarte de comer sano Flexivegetarianos nos invita a incorporar en nuestro día a día hábitos para disfrutar no sólo de una alimentación más sana sino de una vida más plena, y además lo hace apostando por la flexibilidad y el sentido común, sin dogmatismos.

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Mientras escribo escucho a Blackbird Blackbird - Rare Candy


Nena es comunicadora audiovisual especializada en la fotografía de viajes y documental.

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