Respiramos desde el instante en que nacemos hasta el instante en que morimos. Se trata de una necesidad vital y constante, no solo para nosotros, sino para toda la vida en la Tierra. Una calidad del aire deficiente nos afecta a todos: perjudica nuestra salud y la salud del medio ambiente, y ello provoca pérdidas económicas.
¿Cómo de limpio es el aire que respiramos en nuestras ciudades?
La Agencia Europea del Medio Ambiente y la Comisión Europea han creado un mapa interactivo para responder a esta y otras muchas preguntas. En este mapa se refleja de una manera dinámica el índice de calidad del aire (AQI, por sus siglas en inglés). El mapa nos permite comparar la calidad del aire de nuestra ciudad con la de una región vecina e incluso la de nuestro barrio con la de un barrio vecino.
¿Y esto por qué me debería importar?
La contaminación del aire, a día de hoy, supone el mayor problema en Europa en cuanto a riesgo medioambiental para la salud se refiere. Conocer el índice de calidad del aire nos permite comprender más sobre la calidad de nuestras vidas en los lugares de residencia, mostrándonos datos actualizados al minuto de niveles de dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y ozono, así como las concentraciones de partículas en el aire PM2.5 y PM.10, que se pueden relacionar con problemas cardiovasculares y pulmonares.
Aunque la contaminación atmosférica afecta a todo el mundo, no daña a todos en la misma medida y de la misma forma. En las zonas urbanas hay más personas expuestas a la contaminación atmosférica debido a que allí las densidades de población son más elevadas. Algunos grupos son más vulnerables, entre ellos los que padecen enfermedades cardiovasculares y respiratorias, personas con vías respiratorias reactivas y alergias que afectan a las vías respiratorias, los ancianos y los bebés.
«La contaminación afecta a todo el mundo, tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo», afirma Marie-Eve Héroux, de la Oficina Regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud. «Incluso en Europa sigue habiendo una elevada proporción de la población que está expuesta a unos niveles que superan nuestras recomendaciones para las directrices sobre la calidad del aire».
No es fácil estimar el alcance total de los daños que causa la contaminación atmosférica en nuestra salud y el medio ambiente. No obstante, se han realizado muchos estudios que se concentran en determinados sectores o fuentes de contaminación.
Según el proyecto Aphekom, cofinanciado por la Comisión Europea, la contaminación atmosférica en Europa causa una reducción de la esperanza de vida de alrededor de 8,6 meses por persona.
Se pueden utilizar algunos modelos económicos para estimar los costes de la contaminación atmosférica. Estos modelos suelen incluir los gastos sanitarios derivados de ella (pérdida de productividad, gastos médicos adicionales, etc.), así como los gastos debidos a una disminución de las cosechas y los daños causados a determinados materiales. Sin embargo, estos modelos no incluyen todos los costes de la contaminación atmosférica para la sociedad.
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