El caso Julianna vs. Estados Unidos sigue adelante. Así lo anunció el pasado 2 de noviembre el Tribunal Supremo, después de que la administración Trump pidiese a este organismo que intercediese y lo desestimase. El tribunal desoyó su petición. Sin nuevas noticias a día de hoy.
Manifestación para defender el derecho a un clima sostenible. Imagen: Our Children Trust.
En este caso, 21 jóvenes de entre 11 y 22 años se proponen pedir cuentas al gobierno de su país (tanto el actual como el anterior presidido por Barack Obama) porque consideran que ha puesto en peligro su derecho constitucional a la vida, la libertad y la propiedad privada al no haber evitado que el cambio climático alcanzase niveles peligrosos. Este impulso está basado en el concepto de que el gobierno tiene el control de los recursos naturales y debe gestionarlos teniendo en mente el beneficio común.
Afectados por sequías e inundaciones que ya se están produciendo
Los denunciantes aseguran que ya han sufrido las consecuencias. Uno de ellos, un chico de 17 años, tuvo que abandonar junto con su familia su hogar en la reserva de la Nación Navaja, en Arizona en 2011 porque los manantiales naturales de los que dependían para el consumo de agua ya habían comenzado a secarse. La casa de otro de ellos, situada en Luisiana, se vio afectada por las inundaciones de 2016, y el colegio de una tercera, situado en Nueva York tuvo que cerrar temporalmente en 2012 a causa del huracán Sandy.
Los demandantes quieren que el juzgado del distrito de Eugene, en Oregón, donde tendrá lugar el juicio, obligue al gobierno federal a implementar un plan orientado a reducir el nivel de partículas de dióxido de carbono en la atmósfera por debajo de 350 partes por millón en 2100 a partir de las 405 partes por millón que había de media en 2017.
Activistas en contra del cambio climático esperan que los demandantes de Julianna tengan éxito, pero en frente tienen a una administración que no se anda con chiquitas. El Departamento de Justicia defiende que no existe “el derecho a un sistema climático capaz de sostener la vida humana”, tal y como argumentan los impulsores del caso, y que en cualquier caso no está recogido como tal en la Quinta Enmienda, cuando se menciona el derecho a la vida, la libertad y la propiedad que enarbolan los denunciantes. El gobierno defiende también que el tribunal del distrito de Oregón no tiene competencia para este asunto.
Además, señala, y no sin razón, que no será posible una compensación significativa ya que una reducción drástica de las emisiones contaminantes por parte de Estados Unidos no tendría un impacto notable si los demás países no hacen lo mismo.
La lucha contra el cambio climático en los tribunales
No es la primera vez que la lucha contra el cambio climático se libra en los tribunales. Desde la década de los 80, cuando comenzábamos a ver las orejas al lobo, diversas iniciativas han tratado de lograr por la vía judicial las medidas y los planes de acción que ha sido tan difícil y lento alcanzar por la vía política, la mayor parte de las veces con poco éxito.
Recientemente las cosas han comenzado a cambiar y en 2015 la Fundación Urgenda logró una victoria histórica contra el gobierno holandés: el juez del caso obligó al país a reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero al menos un 25% por debajo de las de 1990 antes de 2020 citando como motivo los posibles daños climáticos para las generaciones presentes y futuras de ciudadanos holandeses y el deber de su gobierno de prevenirlos.
Manifestaciones juveniles por la ‘justicia climática’. Imagen: Our Children Trust
Ese caso, igual que el Julianna, se ha convertido en un modelo para otras demandas climáticas en otros países, en lo que ya se ha convertido en un fenómeno global. En enero de este año, 25 jóvenes colombianos denunciaron a su gobierno por no respetar su derecho a un medio ambiente sano y sostenible. El Tribunal Supremo de Colombia falló a su favor en abril. No solamente obligó al gobierno a tomar medidas para frenar la deforestación y el cambio climático, sino que determinó que la selva amazónica colombiana es sujeto de derecho y tiene derecho a “protección, conservación, mantenimiento y restauración”.
Según ese fallo, el gobierno no ha sido hasta ahora eficaz en los esfuerzos por proteger el Amazonas, poniendo en riesgo la calidad de vida de las generaciones actuales y futuras colombianas: “La imposibilidad de ejercer los derechos fundamentales al agua, a respirar aire puro y a disfrutar de un ambiente sano está enfermando a los colombianos, aumenta la carencia de agua dulce y disminuye las expectativas de vida digna”, se puede leer en este texto que explica la sentencia.
Referencias
US Supreme Court allows historic kids’ climate lawsuit to go forward – Nature
Anuncio del Tribunal Supremo del 3 de noviembre de 2018 sobre el caso Julianna vs USA
Europe braces for more climate litigation – Nature
En fallo histórico Corte Suprema concede tutela de cambio climático y generaciones futuras – Djusticia.org
Sobre la autora: Rocío Pérez Benavente (@galatea128) es periodista. Artículo originalmente publicado en el portal Cultura Científica protegido por una licencia CC BY-NC-ND 4.0
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