La vigesimocuarta Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático, la Cumbre del Clima COP24, que se lleva a cabo este año en Katowice, Polonia, ha tenido su sesión inaugural el 3 de diciembre. Previsiblemente será una larga e intensa sesión por el nivel de exigencia que se necesita en un momento en el que la evidencia climática ya no da tregua para seguir postergando la acción.
La finalización del Libro de Reglas para cumplir el objetivo establecido con el Acuerdo de París junto a las propuestas de reducción de cada país es lo más esperado por las organizaciones ecologistas.
Entre el 2 y el 14 de diciembre se reúnen en Polonia cientos de negociadores y decenas de ministros de alto nivel bajo el paraguas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El objetivo final de la Cumbre del Clima de este año cerrará la base que servirá para poner en práctica el Acuerdo de París 2015.
Este Reglamento ofrecerá a los países las pautas para cumplir con el objetivo general establecido hace tres años en París, e incluye una amplia gama de temas como el alcance de los compromisos de reducción de emisiones, los plazos de cumplimiento, la financiación climática, así como la presentación de informe de progreso, entre otros.
Los contenidos del Libro de Reglas serán la base de toda acción climática en el mundo durante las próximas décadas; es imperativo que sus directrices sean sólidas y estén blindadas ante falsas soluciones. Por ello exigimos a los líderes mundiales que dejen de esconder la cabeza en la arena y estén a la altura del reto. De lo contrario, nos mandarán derechos al colapso global.
¡Justicia Climática Ya!
También estará sobre la mesa finalizar el texto de negociación para encauzar las conversaciones formales, asunto que quedó pendiente en la última reunión de septiembre con el fin de presentarlo en Polonia, en la cual se acordó delegar la tarea a las personas que facilitan el proceso. Lo cierto es que percibimos algo de riesgo en esta decisión, puesto que es posible que el documento final no represente los intereses de todas las partes de manera equitativa, lo que iría en contra de los principios de justicia climática que defendemos.
Los principios de equidad, la diferenciación marcada entre países del Norte y países del Sur Global, deben estar presentes en el texto de negociación. No puede haber ambigüedades en el lenguaje que se utilice, que debe estar en línea con las demandas de la Justicia Climática.
En la presente Cumbre, se hará público el alcance de las Contribuciones Determinadas a nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), es decir de los compromisos voluntarios de cada país para alcanzar el objetivo global. Mientras los países del Sur Global exigen que estos compromisos incluyan también la adaptación a los impactos del cambio climático y financiación, algunos países del Norte quieren delimitarlos estrictamente a la reducción de emisiones. Estaremos muy pendientes de este área, y seguiremos exigiendo a Europa y a España que revisen sus objetivos más inmediatos al alza.
Otro punto de vital importancia serán las finanzas, que incluyen la transferencia de apoyo económico por parte de los países industrializados con responsabilidad histórica a los países con menor responsabilidad y capacidad de adaptación. A su vez estaremos muy encima del Diálogo de Talanoa, un mecanismo para asegurar que los países incrementan sus compromisos.
Que “tras la foto, se perciban los actos”
La presencia de Pedro Sánchez durante la inauguración lanza un mensaje claro al mundo sobre la renovada imagen de España frente al cambio climático, no obstante es importante que “tras la foto, se perciban los actos”.
España se calienta a un ritmo de 0,5 grados por década, casi el triple de la media global, y se multiplican tanto las olas de calor como los incendios. Ante el imparable avance de la desertificación y la pérdida de glaciares en nuestras montañas, es crucial que España se ponga manos a la obra, y asuma de una vez por todas liderazgo a nivel europeo y mundial.
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