jueves. 25.04.2024
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Cada vez más empresas dedican esfuerzos e inversiones en potenciar su política social corporativa. Los beneficios van mucho más allá del prestigio o la aceptación social. Dando un paso más, la implementación de este tipo de políticas implica beneficios a nivel particular gracias a una mejor gestión de los recursos y, a nivel general, supone un paso adelante en la preservación del medio ambiente.

La sostenibilidad de una empresa hoy en día se mide no sólo en función de su propia actividad. Es cierto que cada vez más se opta por implementar en los procesos productivos instrumental destinado a mejorar la eficiencia y rebajar el consumo de recursos, desde un sencillo equipo de medición de presión a avanzados sistemas de análisis de líquidos, como los que se presentan en https://www.es.endress.com/es.

Sin embargo, para aplicar realmente criterios de sostenibilidad se necesita algo más que el control de los procesos de producción. Es necesario que esos criterios se apliquen también a proveedores y a toda la cadena de logística y transporte.

Criterios para la elección de un proveedor sostenible

En la elección de los proveedores con criterios de sostenibilidad es fundamental tener en cuenta toda una serie de aspectos:

  • Cercanía: elegir proveedores dentro de un ámbito geográfico cercano significa rebajar costes en transporte y, lo que es más importante, rebajar la huella de carbono.
  • Certificados: es importante que el proveedor cuente con algún tipo de certificación que garantice sistemas de optimización de sus procesos.
  • Responsabilidad medioambiental: sobre todo cuando se trabaja con determinadas materias primas o productos también se deben exigir certificados ambientales. Un ejemplo sería el de madera extraída únicamente de bosques controlados.
  • Responsabilidad social: también a los proveedores se les puede exigir que cumplan criterios en este sentido, desde medidas para la protección del medio ambiente a otras destinadas a favorecer la igualdad o el comercio justo.
  • Adaptación a la normativa: la legislación es cada vez más estricta en lo que a sostenibilidad se refiere. Comprobar que los proveedores la respetan es otro criterio fundamental.

El proceso de selección de proveedores, si se tienen en cuenta estas premisas, puede ser complejo. Existen, sin embargo, herramientas que permiten evaluar el nivel de compromiso con la sostenibilidad de cada proveedor mediante la aplicación de determinados parámetros.

Con el resultado del análisis de estas herramientas, la elección entre un proveedor u otro estará clara. La dificultad llega cuando se trata de evaluar a proveedores con los que se trabaja desde hace tiempo y no cumplen con esos criterios de sostenibilidad. En ese sentido solo cabe confiar en que el proveedor modifique su línea de actuación o buscar otro, si no lo hace.

En cualquier caso, el camino ya está marcado y es imprescindible adaptarse a él. Ese camino es la Ley 7/2021, de 20 de mayo, de cambio climático y transición energética. Entre sus objetivos están el de facilitar el proceso de descarbonización de la economía española y promover la implantación de un modelo de desarrollo sostenible.

Para alcanzar los objetivos, todas las empresas deben adaptar sus procesos de producción. Pero no es suficiente para alcanzar los máximos niveles de sostenibilidad, también es esencial controlar que sus proveedores y operadores logísticos caminen en la misma dirección.


 

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