A veces deseamos que el agarre sea mejor o esperamos que la vía sea más fácil. Desear, esperar, nos quita energía que podría ser usada correctamente para afrontar la vía o ese agarre (ya que los agarres son lo que son). Así que piensa cómo puedes usarlo bien para ir a la siguiente presa, no te quedes pensando en “vaya mierda de agarre”; no pierdas tiempo en eso.
También tengo un amigo que tiene los brazos más cortos que yo y siempre cuando no puede con un paso difícil de la vía dice: “es que no puedo porque tengo los brazos más pequeños”. En ese instante que dice eso, ya esta perdiendo eficacia en su escalada, se está limitando él a sí mismo, se dice inconscientemente que es imposible, que no puede afrontar ese reto. Si en vez de decir eso piensas que es posible, que solo tengo que buscar la manera de llegar a ese agarre, ahí ya comienzas a darte la posibilidad. Al hablarte positivamente y retarte a ti mismo, verás como cambia la cosa.
Lo más importante que quiero decirte con todo esto, es que una de las cosas para evolucionar más rápido en la escalada es ser conscientes de cómo actuamos y de cómo pensamos mientras estamos en un reto, ya que a veces no hace falta entrenar más, estar más fuertes o saber más técnica (claro que todo esto ayuda), pero sin embargo muchas veces no es cuestión de eso, sino de dominar tu mente.
Hay una frase que dice: “Si dominas tu mente, dominarás tu vida”. En la escalada quiere decir que si consigues dominar tu mente, muchos retos de los que antes parecían imposibles para ti, ahora son posibles.
¿Y cómo consigo dominar la mente?
En cuanto salga esa vocecita en tu cabeza, se consciente de ella y analiza, porque suele ser limitante. Un truco muy bueno es retrasar la respuesta y veras como tu mente se abre y encuentra una solución.
Muchas veces nos vemos en un punto en la vía que no podemos más y estamos con el antebrazo a reventar y solo estamos pensando en llegar a la siguiente chapa y gritar a nuestro compañero “¡¡¡PILLA!!!”. Pero hazme caso, retrasa tu ansia de decir “PILLAA” y veras como tu cabeza encuentra una salida, y continuarás escalando dándote cuenta de que sólamente estabas cansado, pero no tanto para gritar “PILLA”.
Así que retrasa la respuesta a tu vocecita, háblate positivamente y analiza la manera en la puedes continuar, date una orden a ti mismo. ¡¡¡VAMOOOS!!!
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