Los anillos de humo formados por un volcán son muy raros, (más escasos incluso que los Anillos de Poder de Tolkien) dado que sólo se producen en condiciones muy especiales.
Es una coincidencia que el gas y el vapor expulsado por la boca de ventilación de un volcán pueda formar un perfecto anillo de humo. Una imagen tan sorprendente que inevitablemente recuerda a la de un fumador de puros realizando círculos perfectos.
Los vulcanólogos estiman que estos anillos pueden llegar a tener hasta unos 200 metros de ancho y alcanzar una altura de 1000 metros por encima del suelo, en un viaje cadencioso hacia arriba de unos 10 minutos. De como se forman poco se sabe. El profesor Jürg Alean especula que podrían estar formados por pulsos de gas rápidos, emitidos por aberturas estrechas a la atmósfera.
El fenómeno es tan raro y poco frecuente, que de hecho sólo se han podido documentar fielmente tres anillos: dos en el Etna en los años 1970 y 2000, y otro en el volcán Eyjafjallajokull en Islandia en mayo de 2010.
Jose Manuel Blázquez Alonso es creador y editor del blog Meridianos, pescador y contador de historias en la red desde el siglo pasado. Escritor en evolución continua. Mente inquieta en constante duda metódica.
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