A través de la literatura, se pueden visitar muchos lugares… Pero, ¿y si esos lugares tuviésemos que adivinarlos? Ricardo Reina Martel, en su primera novela de fantasía romántica, ha creado mundos imaginarios extraordinarios cuya base la encontramos en nuestra propia geografía española. Ha querido revelarnos amablemente algunos de estos enclaves que encontraremos en su obra transformados en un mundo mágico y misterioso.
Valle de Oro.
El Valle de Oro se ubica en la provincia de Lugo, y es un lugar delimitado en su totalidad por montañas. Sus habitantes dicen del lugar que, en ocasiones, las montañas dan tal sensación de aislamiento que el mundo más allá de Valle de Oro no parecía existir. También se cuenta que incluso aquellos que inmigraron a Cuba en el pasado, crearon la Sociedad de Hijos del Valle de Oro en La Habana. Un enclave, por tanto, al que pertenecer. Este lugar acoge restos arqueológicos que datan del Paleolítico y también, puede presumir de tener una de las cascadas de mayor belleza, con unos 15 metros de altura. Un lugar ideal para desarrollar una trama fantástica.
O Sel Ling.
O Sel Ling es una comunidad religiosa sin ánimo de lucro en las montañas de La Alpujarra granadina, a 1600 m de altura. Cartas de Thyrsá, la obra de Ricardo Reina, dedica una gran parte de la trama al aprendizaje de los jóvenes protagonistas para la dominación interior, la búsqueda del Ser Interior. Les acompañamos en su paso a la adultez en Casalún y La Roca, dos lugares dedicados a la preparación física y mental de los elegidos. Por tanto, no es de extrañar que el autor se haya inspirado en un retiro como O Sel Ling para ambientar alguno de estos lugares fantásticos en su libro.
Cañón del Río Lobos.
Se trata de un profundo cañón calizo formado por una antigua e intensa erosión del río Lobos, recorriendo más de 25 km. de la Provincia de Soria y Burgos, según nos cuenta la web de turismo de Soria. Una de las imágenes más impactantes, son las agrupaciones de flores, intrínsecas por la diversidad de diferentes estratos, que presentan partes de este Cañón. Estas flores me recuerdan a algunos pasajes de la novela, en los que la protagonista se deleita caminando descalza por prados repletos de flora y consigue fusionarse con este estado natural. También, una de las pruebas que la protagonista debe pasar, tiene que ver con encontrar cierto tipo de flor. ¿Será alguna de las que se encuentran en el Cañón del Río Lobos?
Gandul.
Gandul es un municipio despoblado de la provincia de Sevilla. En sus inmediaciones se encuentra una importante zona arqueológica en la que hay dólmenes calcolíticos y restos de una antigua ciudad ibero-romana. Y escritores como Cervantes, Lope de Vega o Calderón de la Barca, nombraron en sus obras al pan de Gandul. Un lugar deshabitado, rodeado de ruinas, con un manantial como único abastecimiento de agua… También me recuerda a cierto lugar de aislamiento en donde pasaron parte de su instrucción los protagonistas de la obra.
¿Quiere el lector conocer los lugares escondidos tras las descripciones fantásticas del autor o prefiere regodearse en el mundo imaginario que se ha construido para él? Sea cual sea la decisión, fantasía y realidad se dan las manos en la ambientación que sostiene el argumento de Cartas a Thyrsá.
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