Creo que no hay nada mejor para explicar cómo una persona es capaz de, voluntariamente, poner en peligro su vida, que empezar hablando del ascenso a un “ochomil” en el Himalaya.
Que una ferrata sea considerada “instalación deportiva” debería suponer, al menos, que cumpliera con unos requisitos mínimos de equipamiento, mantenimiento y legalidad de uso y ocupación.
El incremento de las temperaturas está potenciando el peligro de desprendimientos, al tiempo que los alpinistas estamos empezando a contemplar los nuevos riesgos existentes en la…