sábado. 27.04.2024
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A los pocos días de llegar a Marruecos ya nos sentíamos como en casa en el pequeño y pintoresco pueblo de Taghazout, un pueblo perfecto para disfrutar del surf en Marruecos. Nos divertíamos con rutinas vacacionales y breves conversaciones con la gente local. En Taghazout te encuentras cerca de varios sitios donde poder gozar del surf marroquí y nos dedicamos a explorar la costa: Tamri, Tamraght, Imsouane…

Pensar que habíamos llegado un par de días antes envueltos en un humor de desconfianza y extremadamente cautelosos, me daba la risa. Antes de nuestro viaje nos encontramos con algunos viajeros que nos comentaron sus malas experiencias en sus aventuras de surf por Marruecos: vendedores que te persiguen, fraudes en el alquiler de coches, el timo de la alfombra mágica… Sinceramente, lo más peligroso a lo que nos enfrentamos en nuestro surf trip en Marruecos fue el tráfico alocado de Marrakech, y aún así, no es tan difícil de superar. También tengo que admitir que nos timaron al comprar una botellita de aceite de argán a 5 euros, en un puesto de la plaza Jemaa el f’na. En cuanto me entafarré con él supe que era aceite de freir! ya se sabe que el que compra barato compra dos veces!

Esta es una pequeña guía para un surf-trip en la costa oeste de Marruecos, pero también para cualquiera que quiera conocer un poco más qué ver, comer y esperar de la gente, de esta parte de África.

Surf en Tamri
Surf en Tamri

¿Dónde alojarse en tu surf trip en Marruecos?

No hay nada mejor que Taghazout! Es un pequeño pueblo que se encuentra 20km al norte de Agadir, y a dos horas al sur de Essaouira, en el centro de numerosos surf point breaks. Aunque ya cuenta con varios hostales y campamentos dedicados al surf, conserva su esencia de pueblo pesquero marroquí donde la gente sigue con sus costumbres y tradiciones. El centro neurálgico y social es la mezquita, y frente a ella la plaza donde los niños juegan libremente y los viejos pasean de la mano o toman el té a la sombra. La plaza se rodea de varias tiendas y bares donde se sirven comidas.

En la zona de Taghazout no hay demasiados comercios por lo que se está muy tranquilo, sin embargo, existen todo tipo de negocios locales y no hace falta moverse de allí para encontrar casi cualquier cosa.

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Playa de Taghazout

La gente local de Marruecos

Los marroquíes son alegres, agradables y serviciales. Los comerciantes son con los que más conversación tuvimos pues intentaban a todo coste ganarse nuestra simpatía para vendernos sus productos. Todos saben un poquito de español, pero sobretodo en esta zona la gente habla francés y algo de inglés, además de árabe. Algunos pueden ser un poco pesados, pero basta con no hacer caso e irse, nosotros no tuvimos malas experiencias (a parte el aceite de freir).

En general se ven muchos más hombres que mujeres en la calle así como muchos más niños que niñas y lo mismo con los ancianos. Las mujeres hacen poca vida pública y su rol se encuentra más en las casas con otras mujeres.

Pescadores en  Taghazout
Pescadores en Taghazout
Comerciantes en Essaouira
Comerciantes en Essaouira
Vendedor de encurtidos en el Zoco de Essaouira
Vendedor de encurtidos en el Zoco de Essaouira

Una de las impresiones que nos llevamos del pueblo marroquí es que no se les pone nada por delante. Resuelven cualquier cosa con pocos recursos, y sin que nada sea un gran problema. En seguida sueltan eso de «no problem my friend, no problem» y te vienen con una solución de andar por casa, tan imaginativa que no sabes si aplaudir o mearte de risa.

Jugadores de futbol en Taghazout
Jugadores de futbol en Taghazout

«No problem my friend, no problem» dijo el recién apodado «ingeniero», lanzando las tablas sobre el techo de nuestro pequeño coche de alquiler y disponiéndose a atarlas con unas cinchas, no hace falta decir que nuestro coche no disponía de baca. En otra ocasión llegamos al pueblo de Tifnit, el cual parecía desolado y donde no había más que perros callejeros. Las pocas personas que se encontraban allí se refugiaban en sus casas y no salieron a nuestro encuentro. Al llegar a la arena de la playa, un hombre llamado Maxim apareció para  darnos conversación y de paso preguntarnos si queríamos comer. Tengo pescado fresco, dijo. Accedimos, y nos sacó una mesa y sillas de plástico directamente a la arena, detrás nuestro, en una vieja barbacoa, preparó unas rodajas de atún fresco.

Playa de Tifnit
Playa de Tifnit

 

Retrato en la Playa de Tifnit
Retrato en la Playa de Tifnit
Restaurante Maxim en Tifnit
Restaurante Maxim en Tifnit

¿Dónde hacer surf en Marruecos?

Para quien tenga espíritu aventurero Marruecos es el país perfecto para un surf trip. ¿Quién sino un aventurero iba conducir una hora y media bajo un sol abrasador en busca de olas para surfear y guiados sólo por las indicaciones de la gente local? Así es como descubrimos nosotros Imsouane, donde nos encontramos la ola de derechas más larga de África. Esta una ola consistente, limpia y lenta pero con fuerza, la mejor ola que hemos surfeado nunca, sin dudas! Imsouane cuenta con varios sitios de alquiler de tablas y sitios donde hospedarse. Una parada obligatoria en un surf trip por Marruecos.

Cerca de Taghazout hay varios sitios donde hacer surf, tanto beach breaks como reef breaks.  La playa de Tamraght está bien para principiantes y nivel intermedio y está muy cerca de Taghazout, además tiene un sitio donde alquilar el material. En esta zona también se puede hacer surf en Panorama beach y en Anza. A una hora al norte de Taghazout está Tamri, una playa salvaje donde suele haber olas mayores que las de Tamraght. En Tagazhout hay varias escuelas de surf y tiendas donde alquilar material, organizar clases o hacer compras.

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Imsouane restaurantes y puerto

Taghazout es la base perfecta para un surf trip por Marruecos

¿Te apetece un poco de fiesta marroquí?

Hay que decir no soy de andar de fiesta. Peeeero! también soy de las que les pica la curiosidad, y al final voy a donde sea! En Taghazout conocimos a un tal Hassan, con quien pasamos unas horas haciendo surf en una playa cercana, y nos invitó a una fiesta bereber. Al llegar a la fiesta, la gente nos abrió sitio en uno de los bancos, donde nos acomodamos apretados entre los demás, con un té de menta. Los instrumentos del grupo de músicos se componía por varios tambores, una especie de guitarra de mastil largo y cuerpo pequeño «gmbri» y unos chinchines «qarqaba».  Las canciones hacen que todo el que asiste participe de la fiesta, así pues uno de los músicos cantaba un tema que era repetido por todos los presentes, a la vez que se daban palmas al ritmo. En todos los temas el ritmo es progresivo en crescendo, hasta que la música va a un ritmo frenético, y la gente enloquece a base de aullidos «zagharet» y bailes descontrolados. Una auténtica pasada! 

¿Qué comer en un surf trip en Marruecos?

La comida está buenísima, y es muy barato comer en los bares locales! No perdáis el tiempo en lugares para turistas, nunca comeréis tan bien y por tan poco como los locales!

Para desayunar té de menta, café, zumo de naranja y  pan con mermeladas o crema de almendras, huevos revueltos y m’semmens, unos crepes que se pueden rellenar de nutella o de queso y que están buenísimos.

Para comer tienen tajine con diferentes combinaciones, pescados, carnes o verduras. También hay puestos que ofrecen pescado o carne grillada, y bocadillos de Kefta, carne picada con especias. Otros platos que nos encantaron fueron el cuscús y la sopa Harira.

Desayuno Marroquí
Desayuno Marroquí
Cous cous en el restaurante Le Marrakchi en Jemaa el Fnaa en Marrakech
Cous cous en el restaurante Le Marrakchi en Jemaa el Fnaa en Marrakech

 

Sopa Harira
Sopa Harira

 

Sardinada en la terraza de Taghazout
Sardinada en la terraza de Taghazout

¿Qué más hacer en Marruecos?

No os podéis perder visitar algunas ciudades como Marrakech y Essaouira, y callejear por los zocos.

Estuvimos en Essaouira sólo una tarde paseando la Medina y viendo las tiendas. Me arrepiento de no haber pasado más tiempo y haber hecho algunas compras ya que hay numerosas tiendas de artesanías y decoraciones. Para pasear es una maravilla, ya que la medina está amurallada y es completamente peatonal. Simplemente perderse por las estrechas calles y subirse a las murallas son ya razones suficientes para la visita.

Zoco de Essaouira
Zoco de Essaouira
Murallas de Essaouira
Murallas de Essaouira

Marrakech es completamente diferente, siendo la capital, es mucho más grande y caótica. El trafico es enloquecedor, por lo que una vez en el centro lo mejor es moverse a pie. Recomiendo visitar el barrio Kasbah, los zocos de la medina y por supuesto, por la noche, la plaza de Jemaa el-Fna que se llena de gente al atardecer. Aquí verás a grupos de personas en círculos escuchando música callejera, jugando a juegos de apuestas o haciendo compras en los pequeños puestos. Nosotros cenamos en el restaurante Le Marrakchi con vistas a la plaza por la noche, y nos encantó ya que ofrecen espectáculos de danza del vientre y música, y la comida está buenísima!

Es evidente que Marruecos carece de ciertas infraestructuras y comodidades. Algo que hay que tener muy presente, tanto si vas a hacer surf a Marruecos, como si vas a disfrutar de las playas, es que la mayoría de los pueblos en Marruecos no cuentan con un sistema de depuración de aguas fecales, y estas se vierten al mar lo mismo que otras aguas contaminadas provenientes de fábricas y ciudades. Ya habíamos escuchado el testimonio de un surfista irlandés que se puso malo por el agua del mar en Marruecos, y no quisimos creer que fuera realmente un problema generalizado, pero esa es la realidad. Si vas a hacer surf es mejor preguntar qué playas tienen riesgo de ser contaminadas y afectar a tu salud. Específicamente a nosotros nos alertaron sobre Anza, una playa cerca de Agadir.

Atardecer en Taghazout
Atardecer en Taghazout

 En definitiva, Marruecos desprende una singular belleza que atrapa. Por sus  desérticos paisajes, los intrincados núcleos urbanos con sus estrechas y sinuosas calles. Las casas blancas con sus puertas de colores, y las tiendas que inundan las aceras con objetos, alfombras y hombres sentados en la entrada tomando té. El surf marroquí es increíble pues el clima es fantástico y las olas que encontramos las mejores de nuestros viajes.

Los atardeceres eran para nosotros la mejor parte del día. Con ellos bajaba la temperatura y veíamos las calles llenarse de gente. También las azoteas vibraban de vida con la puesta de sol, mientras las familias se encontraban en ellas preparando sus tajines, sus pescados a la brasa, y disfrutaban de sus vasos de té de menta. Todo ello mientras el almuecín llamaba a la oración desde la mezquita. Unos atardeceres que no podremos olvidar.


 

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