La ruta de ascenso normal al Mont Blanc fue intentada por más de 300 personas al día el verano pasado.

Aparentemente para mucho, aparentemente para nada, en la práctica está por ver.

Con las hélices a centímetros de la nieve, el piloto muestra sus habilidades en este peligroso rescate de alta montaña.

Mi cabeza estaba llena de pensamientos incómodos. Había preparado una mochila minimalista y no sabía si lo que llevaba dentro sería suficiente.

Bicicleta, amigos y la nieve de las montañas.

Que una ferrata sea considerada “instalación deportiva” debería suponer, al menos, que cumpliera con unos requisitos mínimos de equipamiento, mantenimiento y legalidad de uso y ocupación.

No se trata de una cuestión baladí que deba ser tomada a la ligera. El aumento de instalaciones de este tipo y el número de practicantes han hecho aumentar de modo considerable el número de reclamaciones.

Un tema espinoso en el mundo del montañismo que siempre ha venido envuelto en una gran polémica.