jueves. 28.03.2024
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Ben Herrgott es un intrépido aventurero que cuenta sus vivencias de lo más variopintas en su magnífico blog. En uno de sus posts nos habla del viaje que le llevó a Lesoto, uno de los países más desconocidos del mundo. Una maravilla de la naturaleza rodeada en su totalidad por Sudáfrica, sin salida al mar y con el 80% de su territorio por encima de los 1.800 metros de altitud.

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Hasta allí fue Herrgott en busca de una aventura diferente. Y podemos constatar que así fue. Lesoto está formado casi en su totalidad por montañas, siendo su punto de menor altitud el más alto del mundo, con 1.400 metros, encontrándose el pico más alto del país a 3.482 metros. Esto implicaba que el terreno, los objetos necesarios que llevara encima y el hecho de que no fuera ciclista profesional, complicaran bastante la marcha y se pusiera un límite de 50 kilómetros al día durante una semana.

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Un viaje que, como relata Ben en el video que grabó, estuvo lleno de maravillosas experiencias y momentos duros. El intenso calor, las tormentas recurrentes y las pronunciadas pendientes no lo pusieron fácil, pero sí lo hizo el hecho de contar con la ayuda de los habitantes del país, quienes no dudaban en ofrecer agua, cerveza, comida o lo que hiciera falta.

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Y aquí es donde viene lo más curioso del viaje. La última noche antes de que cruzara la frontera sudafricana, mientras escapaba de una tormenta, encontró al azar una cabaña en un pequeño pueblo, donde conoció a un grupo de sudafricanos y un australiano, quienes le hablaron de la existencia del bar a mayor altitud de África, indicándole que se encontraban a solamente 50 kilometros de allí y le prometieron que ahí le esperarían para tomarse unas cuantas cervezas más.

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Así pues, allí se encontraron al día siguiente, disfrutando de una buena cerveza tras haber dejado atrás decenas de kilómetros por sendas escarpadas, embarradas y sin asfaltar.

Lo peor del viaje fue que al final solo durara 4 días y medio. En total recorrió más de 320 kilometros con un desnivel acumulado de más de 8.400 metros. Si queréis conocer su relato del viaje, no dudéis en visitar su blog Duck Whisperer (está escrito en inglés). A continuación, podéis ver el corto que hizo Ben donde resume el maravilloso viaje:


 

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