jueves. 28.03.2024

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Primero había que encontrar una dirección de un hombre que posiblemente ni tuviera.

El productor y director Dave O’Leske siempre estuvo interesado en los pioneros de los deportes que ama. Los pocos aventureros que se dejaron la piel (y en muchos casos la vida) para adentrarse en lo desconocido, allá donde escasean los mapas y la carga es más y más pesada. Exploradores de verdad. O’Leske, como videógrafo documental, ha estado siempre soñando con documentar la excepcionalidad de estos hombres y mujeres.

Hace más de una década, O’Leske leyó un artículo sobre Fred Beckey. En él se mencionaba que promocionaba películas de ski de Dick Barrymore para hacer un dinero extra. Fred captó su atención. Como escalador, no había nadie más misterioso que Beckey. Había rumores sobre su libro negro secreto de escaladas, más primeras ascensiones que ningún otro, el eterno soltero y el dirtbag original americano. O'Leske conocía a Barrymore de un proyecto anterior, así que le preguntó qué le parecía la idea de grabar un documental sobre Fred. Se rió: "¡Pagaría por ver hecha esa película!" y le dio la dirección de Beckey.

Dirtbag: Dícese de una persona sórdida o de mala reputación. En alpinismo, un pobre escalador, alpinista, esquiador u otro amante de la naturaleza que vive bajo precio, sin empleo normal, y con pocas comodidades para poder pasar todo el tiempo en su deporte como sea posible.

 

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Fred Beckey haciendo dedo en la Highway 50, cerca de la zona de escalada Lover's Leap, justo al lado de Lago Tahoe en California. Foto: Corey Rich.

Unos meses después, cuando ya casi había olvidado la carta, sonó el telefono. Una extraña voz exclamó: "Fred Beckey al habla. Estaré esquiando en Utah por si quieres conocerme."

Así que allá fue. O'Leske se presentó bastante nervioso y excitado de poder conocer a uno de sus heroes escaladores. Fred le miró por primera vez y le soltó: "No quiero hablar contigo ahora. ¿No ves que estoy ocupado? Llámame después."

Mejor no recordar esas primeras impresiones... Rechazado pero determinado, se fue O'Leske se fue a esquiar. Unos días después y tras 13 mensajes de teléfono, todavía no había encontrado a Fred. Al final, calentando el coche para volver a su hogar, sonó el teléfono. Fred estaba al otro lado.

"Buenos días de esquí, no hubo tiempo para llamadas. ¿Quieres un donut?"

Así pues, O'Leske quedó con Fred y le comentó la importancia de documentar su vida. Su cabeza iba a estallar de la cantidad de ideas que tenía.

"A nadie le importa nada de eso. No es importante," murmuraba Beckey negando con la cabeza. "Deberíamos ir a escalar alguna vez"

Y eso hicieron. Escalaron bastantes veces antes de que O'Leske pudiera encender la cámara. Se convirtieron en buenos amigos y compañeros de escalada mucho antes de que Fred fuera objeto del documental.

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Fren en Red Rocks en 2009. Foto: Dave O'Leske

Más de una década después, con dos expediciones a China, multitud de viajes por carretera y cientos de horas de rodaje, todavía Fred seguía diciendo: "No malgastes tu película, ¿por qué estás grabando esto? ¡A nadie le importa!"

Mucho ha ocurrido en los últimos 10 años. Fred por fin se dio cuenta de que a mucha gente le importa su increíble historia. Una cosa está clara y se mantiene inalterable: ¡Fred Beckey continúa escalando!

Artículo con información de


 

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