viernes. 29.03.2024
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Somos animales Bípedos o  eso dice la Wikipedia, lo que si está más que demostrado es que para  poder practicar el esquí de montaña se necesitan los dos pies y algo más  que nos ayude a transmitir a nuestras tablas todo lo necesario para poder realizar esta práctica correctamente; las partes  que hacen posible esta función no son otras que las Botas.

Tanto a la hora de subir o de  bajar las Botas de esquí de montaña representan un papel fundamental, por no decir imprescindible. En esta tesitura no nos queda otra que   elegirlas correctamente, equivocarse es algo normal sobre todo la primera vez, acertar con la idónea a veces es una tarea imposible y ese fallo nos supone  algo más que un simple error; el elevado precio de casi todos los modelos nos pueden pasar factura y no sólo en el plano moral sino en forma de unos cuantos euros tirados inultimente que sólo con la ayuda del Wallapop muchas veces nos ayuda a solucionar.

No intento convencer a nadie  sobre ningún modelo concreto pero si dar algunas pautas a valorar   que nos ayuden a elegir el modelo que mejor se adapte a nuestras necesidades y todo hay que decirlo a nuestros pies, pues no el mejor modelo o el que nos gusta  se va adaptar a la caprichosa forma de nuestra horma de pies.

Aunque es difícil dar con  todos los parámetros que comprenden la elección de una bota de esquí de montaña voy a intentar dar unos pequeños consejos que espero os ayuden a no fallar en la elección.

  • Precio: No hay producto bueno que no cueste, el auge del esquí de montaña ha provocado un efecto rebote en este tema, todos los modelos son caros y  eso nos tiene que hacer afinar la elección, pero teniendo en cuenta que el más caro no es por sistema el mejor para nosotros.
  • Carcasa: Una de las  partes más importantes de  todo el conjunto. En su construcción se utilizan distintos materiales: Polimeros, Pebax, Grilamid, Carbono…

Para la mayoría de los mortales parece que esto no influye mucho pero  en el fondo es más importante de lo que parece, en función del material o combinación de materiales el comportamiento del la bota va a ser muy diferente en todos los aspectos y como no en su durabilidad. 

  • Polimeros o PU: Un compuesto que  se utiliza en la construcción de las botas de gama baja. Este compuesto  es muy blando y se deforma con el uso, también presenta una deformación con los cambios de temperatura; con frio se quedan rígidas y con calor se expanden.
  • Pebax: Una  fibra de elastómeros que supuso una revolución en la construcción de las botas, al no deformarse  y mantener su rigidez con cambios de temperatura. Esta presente en las botas de alta- media gama
  • Grilamid: Polamida ligera que hace la competencia al Pebax  y que posee las mismas características de la anterior resistencia a la deformación térmica, flexión y tensión.

 

  • Carbono: Poco decir de este material usado en casi todos los deportes por su ligereza; pero  que tiene un ligero problemilla que se debe conocer; es un material bastante rígido poco flexible lo que lo hace bastante frágil ante los impactos, golpes o torsiones violentas, esto hace que se  pueda romper e forma inesperada e impredecible. Hay también que reseñar que encarece enormemente el precio; si no somos esquiadores de competición, mejor evitarlo. Algunas marcas lo incorporan en las piezas de la caña, una buen idea que mejora la rigidez  y comportamiento de la bota a la hora del descenso pero que puede darnos algún disgusto en caso de una fuerte caída.
  • Peso:  muy importante  en estos tiempos de ligereza donde la calculadora  para ahorrar esos gramos de más parece que es la pieza fundamental para garantizar la actividad. Lo único que debemos saber  es que a menos peso mejor subida pero peor descenso y viceversa; aún así si damos con el modelo más intermedio para todo tipo de actividad (polivalencia/performance) nunca vamos a sobrepasar los 2,6/3 kg par.
  • Suela: Algo que  la mayoría de nosotros no le prestamos suficiente atención, el bum del peso ha provocado que su grosor haya ido en  una creciente disminución, algo que puede ser no muy importante en los lugares donde la actividad comience con las tablas puestas desde el inicio, pero muy  importante en las zonas donde sea habitual largas aproximaciones a pie, antes de poder calzarse los esquís.
  • Rotación Frontal:   Una dato que viene referido en  grados y hace referencia al ángulo  total en que se puede inclinar la caña de la bota en el ascenso, cuanto mayor sea este dato  más comodidad tendremos en la subida. Las mejores prestaciones las encontramos en los modelos que tengán más de 60º en sus indicaciones, hay tener en cuenta que este dato  suele ser falseado por las marcas y hay que tomarlo con la necesaria cautela.
  • Rotación Lateral: algo novedoso y que a algunas marcas les ha dado algún que otro  quebradero de cabeza, hoy por hoy solo ArcTerix y Salomón lo incorporan y en teoría favorece  el trabajo en subidas laterales y a la hora de andar. Como no puede ser de otra forma le da también algo de fragilidad a la bota.
  • Longitud Suela: No se suele fijar uno  en esta medida, pero si le prestamos atención  con detenimiento podemos observar que para el mismo número de bota  la longitud en cm puede variar enormemente; cuanto menor sea este número mejor transmisión y control del esquí tendremos además de que será más técnica a la hora de afrontar pasos complicados de roca. Al intetar acortar su longitud algunas marcas han acortado el perfil de la puntera provocando incompatibilidades con modelos tradicionales de crampones.

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El autor disfrutando con su fiel compañero

  • Ancho bota: Un dato que no suele aparecer en las referencias de las marcas pero que para mi en muy importante a la hora de elegir el modelo correcto que mejor se encaje en nuestros pies; a groso modo suele haber dos tallas:  una por debajo de los 100 mm y otra por encima de ellos.
  • Botín: Otra de las piezas que ha sufrido la guerra del peso. Su grosor ha ido en disminución y por ello su confort así como su aislamiento térmico, no hay mucho que hacer salvo que fijarse en la dureza de la lengüeta  y la manera que se sujete para evitar desplazamientos laterales en el botín, también es importante para no acabar machacadas nuestras tibias a principio de temporada. Hoy muchas botas presenta la opción de ser termodeformados algo que va a facilitar su adaptación a nuestro pie.
  • Spoiler: Una pieza que no aparece en todos los modelos y que su misión aportar una mayor  rigidez a la bota y favorece la transmisión en la fase de descenso, sin embargo penaliza bastante el ascenso, por eso la gran mayoría de las  marcas lo han eliminado y otras que lo mantienen han adoptado una versión desmontable una solución para mi muy acertada.
  • Sujeción/ Cierre: no nos sirve de nada una buena  bota si esta no nos sujeta convenientemente, aquí el peso vuelve a ser determinante y los fabricantes se rompen la cabeza para  conseguir una buena sujeción sin incrementar el peso, en esta línea el sistema BOA parece que puede ser la mejor solución para los modelos más ligeros pero como todo deberemos prestar atención a este detalle más importante de lo que parece  a la hora de bajar y poder transmitir al esquí nuestras ordenes.
  • Blocaje: Otro de los grandes problemas que han tenido las marcas, la búsqueda de sistemas sencillos y rápidos de blocaje o paso de ascenso a descenso ha llevado de cabeza a los fabricantes. Este sistema ha pasado por distintas “modas” y paece que ahora  el que toca es el de tipo ballesta, más voluminoso pero más rápido en las transiciones. Su tamaño ha provocado que muchos crampones no sean compatibles con las botas que lo llevan.
  • Crampones:  No siempre hay que  usarlos pero en caso de necesitarlo nos podemos llevar una desagradable; el nuevo diseño de las punteras y  de los distintos tipos de sistemas de bloqueos de descenso ha provocado que muchos modelos de botas actuales sean incompatibles  con los modelos de sujeción tradicionales de crampones. Así es necesario comprobarla compatibilidad de uso entre los crampones/botas antes de  su uso en montaña, las marcas de crampones ofrecen modelos que subsanan todos estos problemas.

Para finalizar diremos que escoger una bota de esquí  que se adapte perfectamente a nuestro pie no es una tarea fácil por mucho que lo pensemos  no es fácil acertar con el modelo idóneo, como norma puedo decir que una bota que te molesta al probarla es   bastante complicado que mejore con el tiempo; eso no significa que deban ser unas zapatillas. Mi experiencia me dice que el botín siempre da de si en aspectos de  largura, pero claro es mi caso después de haber usado más de 10 tipos distintos de botas, prefiero que me queden justas a que sobre, en este aspecto.

Si  pese a todo tenemos “problemillas” en temas de confort queda la solución de  deformación de carcasa, algo que en nuestro país no es muy habitual pero que en las zonas de  Alpes y demás es muy habitual y que representa una óptima solución para conseguir la perfecta adaptación de la bota a nuestro pie, sino ya sabéis el Wallapop os espera.


Manuel Suárez Meana lleva más de 40 años haciendo montaña de los cuales 25 de manera profesional. Es autor del blog

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