jueves. 28.03.2024
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"A menudo una gran parte de la gente relaciona la idea de cambio climático con climatología extrema, incendios o insoportable calor urbano. Pero al final, nuestras costas y océanos están en el centro del cambio climático."

Estas son palabras de Sekich-Quinn de la Fundación Surfrider. Esta activista aboga por la íntima conexión entre surfistas y océanos como catalizadores para combatir el cambio climático, debido a que son de las primeras que ven las subidas del nivel del mar, cambios en las mareas y un aumento de la acidez de las aguas debido al calentamiento global.

Las consecuencias del cambio climático en las olas no van a se pocas, cómo ya os contábamos en este artículo, Sekich-Quinn también señala que ya que un buen número de las rompientes con fondo de piedra o coral producen mejores olas con la marea baja, esto va a desaparecer con mareas cada vez más altas. Cuando ese fondo de piedra reciba aún más agua, la ola simplemente dejará de romper como antes. Para el 2100, según los investigadores de Stanford University's School of Earth, Energy, and Environmental Sciences, el 18% de los lugares donde se practica el surf de la costa californiana habrán desaparecido y un 16% habrán perdido su calidad (Reineman et al. 2017). Para dentro de no tanto, en el 2050, los surfistas ya empezarán a sufrir estos efectos. Un punto interesante es que el cambio climático mejorará un 5% de los spots surfeables. Sin embargo, muchos de estos nuevos spots serán en lugares dónde antes habría casas, calles o rompeolas y no serán tan buenos para surfear, por lo que habrá evidentemente más pérdida que ganancia en cuanto estrictamente al surf se refiere.

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Niki Dora disfrutando de la belleza del mar

 

Tanto la cultura del surf y su práctica mas conocida sobre las olas están cada vez más en peligro debido a las consecuencias del cambio climático. Cada vez está mas de manifiesto que  el surf es dependiente de la salud de los océanos y las costas, cosa que la cultura hawaiana siempre ha comprendido. Hay que tener en cuenta también, que los surfistas pueden no percatarse de los cambios en sus spots de surf habituales, porque son cambios lentos y difíciles de ver. Sin embargo, estos problemas son más fácilmente observables en las columnas de agua costeras. 

 

No solo es la elevación del mar un problema, sino que la acidficación de los océanos junto a la elevación de las temperaturas, supondrá un efecto importante para los corales. El dióxido de carbono es absorbido por los océanos, lo que provoca una reducción del pH océanico (en Europa, ha habido reducciones de 8,2 a 8,1 durante la era industrial, haciendo que los mares sean un 26% más ácidos). Si el agua se vuelve demasiado ácida, se produce una reducción en la calcificación. Al no tener disponible el carbonato cálcico, corales y moluscos (así como otros habitantes marinos) no tendrán sustrato para desarrollar conchas y exoesqueletos (Albrigth et al., 2016).

Si tal y como indican los investigadores, nos movemos hacia una fase de disolución de los arrecifes de coral, se podrá perder  en el 2030 hasta el 90% de todos los ecosistemas de arrecifes. Y no es ningún secreto que los arrecifes generan los mejores spots de surf del mundo

Apocalíptico o no, el futuro del surf está en manos también de los surfistas. Si estás preocupado por esta situación en tu región te animamos a que te organices con tus compañeros de olas, a qué contactes con las asociaciones de surfistas y medioambientalistas y empecéis a concienciar a la población, presionar a los dirigentes para tomar medidas y ser así vigilantes del mar para mantener el hábitat del surf


 

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