jueves. 28.03.2024

 

"Un año lleno de roca", mi primer video. En él intento plasmar la movilidad que tuve el año pasado a lo largo de numerosas zonas de escalada. En este quise representar alguna de las grandes líneas clásicas de boulder, de dificultad en torno al 7A, de los sectores de Valdesangil, la Dehesa de Candelario y Santibáñez de Béjar (Salamanca), Albarracín (Teruel), Fontainebleau (París) y Hoyamoros (Salamanca).


Con estos viajes comenzó mi motivación por entrenar duro y elevar la dificultad de mis ascensiones. Desde entonces he conocido muchos más sitios y escalado mucho más y más fuerte, y la conclusión en cuanto a esto es la misma: hay tantos sitios a los que hay que ir... ¿se podría ir a todos?¿escalarlo todo?... solo nos queda intentarlo.

 

Guillermo Martín a lo titán en Tutúmbate (7A)


Al llegar a un nuevo reto, representado en roca, petrificado como un sueño que te ha esperado ahí quieto durante miles de años, debes conocerlo, tantearlo, trabajarlo, crear tu propia estrategia, sacar métodos e incluso a veces soñar con él... ya que cada bloque es diferente, como las personas: unos más técnicos, otros más físicos, con agarres diferentes, rodeados de un pinar, al lado de un pequeño río de montaña o el gran litoral, un bosque de robles, o de un berrocal, o en una hoya glaciar, solo o con gente diferente en cada sitio, con más o menos kilómetros entre ese bloque y tu tierra... pero siempre con las mismas ganas y con la sensación de seguir en casa.