Cuando hice puenting...
No lo penséis mucho cuando estéis en la plataforma, o te tiras en ese momento o probablemente no lo harás nunca.
La previa
El monitor que dirigió la actividad nos dijo que él empezó a currar la noche antes... ¿Cuándo empezamos nosotros a ponernos nerviosos entonces?
¿Una semana, un día, un ratito antes o cuando te subes a la plataforma?
Road to... El Salto. Empieza el gusanillo
Cada cuál a su manera: bailas, saltas, hablas sin parar o no abres la boca... Yo, según algunos, no me habían visto bailar más en mi vida... bueno, bailar...moverme de forma rara también se puede llamar a lo que hacía.
La risas fue lo único común entre y para todos... qué tensión acumulamos entre el viaje de ida, la espera, la propia ejecución del salto, subir por ese sendero hasta el puente (no me tiraría otra vez sólo por no volver a subirlo...) y ya. Después... qué liberación, qué relajación.
Nos seguimos acercando. No paro ya de bailar de nervios
El salto
No lo penséis mucho cuando estéis en la plataforma, o te tiras en ese momento o probablemente no lo harás nunca. Ah, sí! no cerreis los ojos, es increible ver cómo te vas acercando al suelo y como parece que vas a tocar los árboles.
¿Alguna vez te han preguntado qué poder elegirías si fueras un superhéroe y
has contestado "volar"? Pues esto, por unos segundos, seguro que se acerca bastante.
Llegando al Salto... Soy puro nervio pero he tomado una decisión y he de cumplirla!
Pocas veces me había sentido tan libre en mi vida (irónico teniendo en
cuenta que iba atada).
Ah! Por cierto, la empresa con la que fuimos, OutdoorActiva (Salamanca), todo perfect :)
Artículo y fotos de Rebeca Montero Sánchez.
Puedes seguir su obra en:
- Viewbug
Conéctate con Sal&Roca! Síguenos en Facebook, Twitter e Instagram