viernes. 19.04.2024

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UpThatRock es el blog de Zofia Reych (Zof). Siempre escribe con un interesante punto de vista y ameno uso de la lengua. Casi siempre sobre escalada, pero también sobre otros temas interesantes. Si domináis un poco la lengua de Shakespeare, os recomiendo pasar a echar un ojo. Para los que no, y con el permiso de ella, os he traducido este artículo suyo sobre lesiones de dedos en escalada. Yo ya estoy siguiendo sus consejos (tengo la misma lesión que ella tuvo, y que pone como ejemplo en el artículo), y van dando resultado. Un saludo.

Internet está lleno de consejos sobre el tratamiento de lesiones de dedos, pero casi todo suele ser incompleto, contradictorio y bastante confuso. Por eso, decidí publicar esta guía paso por paso basada en mi propia experiencia.

Lo primero, recalcar que no soy una especialista médico, y la lista que sigue es solo una recopilación de lo que sé a través de lecturas y boca a boca. Funcionó conmigo, podría funcionar contigo, pero probablemente otra cosa funcionaría incluso mejor, así que por favor, mantén una mente abierta.

LA LESIÓN

Si has oído un chasquido, o experimentado dolor al instante, lo más probable es que sea una lesión seria. Deja de escalar de inmediato.

Como no sabes lo que ha pasado (incluso podría ser una fractura de hueso por estrés), lo mejor es proteger el dedo inmovilizándolo y evitar empeorarlo al intentar agarrar algo. Coge un palito y esparadrapo y haz una tablilla, siempre asegurándote de no comprometer el flujo sanguíneo.

EL DIAGNÓSTICO

Es necesario, si o si. Un escáner es lo ideal, pero puede ser difícil de solicitar, ya que es caro, así que una ecografía debería valer, siempre y cuando la mire un especialista en dedos. Es poco probable que una persona que normalmente trata con escáneres de estómago esté familiarizada con lesiones deportivas.

Mi diagnóstico fue de desgarro grado III en la polea A2. Creo que significa que hubo un desgarro del 75% del tendón, y lo más importante es no romperlo entero, lo cual es mucho más serio y difícil de tratar.

EL MÉDICO

Enséñale los resultados del escáner a un médico especialista. Te dirán si tu lesión se puede curar sin operar. Seguramente, también te digan que mantengas el dedo inmovilizado.

Ten en cuenta que los médicos piensan en cómo lidiar con  esa lesión en particular, y no en mantener la forma e integridad de la mano.

EL FISIO

Incluso si no te derivan, asegúrate de ir a ver a un fisioterapeuta, a ser posible alguien que trata con escaladores. Esta persona sabrá cómo tratar con lesiones de dedos, y muy probablemente te diga que no lo inmovilices.

Dos fisios de escalada me recomendaron no inmovilizar, mientras que otro, al igual que mi médico, me dijo que es vital entablillarlo para que el ligamento se vuelva a unir (si, aquí es donde suele ser confuso. Sigue leyendo.)

El fisio también te dará una serie de ejercicios para mantener la habilidad de los dedos y minimizar la atrofia muscular. También puede que te recomienden este tipo de masaje. Puedes aprender esta técnica por ti mismo y aplicarla junto a los demás tratamientos para acelerar la recuperación.

LA RESPONSABILIDAD

Esta es, de lejos, la parte más importante, pero sólo se puede lograr después de seguir los pasos 2 a 4.

Con no muchos estudios disponibles sobre lesiones de dedos, e incluso profesionales de la medicina ofreciendo consejos contradictorios, lo crucial es asumir la responsabilidad de tu recuperación.

Tanto si eres un atleta o un friki del fitness, lo más probable es que tengas una buena propiocepción, y una historia de lesiones más o menos amplia. Usa esto a tu favor. Pregúntate qué da buenas sensaciones, pero asegúrate de aguantar tu deseo de volver a escalar inmediatamente. Te puede hacer no escuchar a tu cuerpo.

Necesitas una mente tranquila y observadora, y una actitud objetiva. Con éstas, casi seguro que podrás determinar qué es lo mejor para tu dedo, y encontrar sentido en la variopinta y contradictoria información que te llega desde distintos profesionales.

Para mí, significó no escalar cuatro semanas. En la segunda semana, empecé a hacer ejercicios de suspensión ligeros en barra, sólo dos veces por semana. Como me dijo un fisio, molestia ligera durante el ejercicio es normal, siempre y cuando no vaya acompañado de incremento de dolor al día siguiente.

Después de un mes, empecé a escalar en roco. Solamente utilizando cantos “enormes”, siempre en control, y al principio no más de 20 minutos. La duración no es arbitraria, es exactamente lo que mi cuerpo aguantaba sin problemas.

Poco a poco, iba incrementando la intensidad del ejercicio, reduciendo ante cualquier signo de inflamación o dolor, y ahora, después de cuatro meses, vuelvo a apretar regletas en roca. Eso sí, continúo vendándome el dedo y estando alerta ante cualquier molestia.

LA RECUPERACIÓN

El flujo sanguíneo lo es todo. Cuanta más sangre “fresca” pase por tu dedo, mejor. La primera pregunta es entonces, ¿debería ponerme hielo?

El método RICE se sigue usando mucho, pero hay estudios que muestran que puede ser contraproducente. Tu cuerpo produce inflamación precisamente para curar la lesión, es por ello que medicamentos como el ibuprofeno no ayudan en estos casos.

Siempre se ha pensado que aplicar hielo ayuda a bajar la inflamación, pero lo que realmente hace es ralentizar el flujo sanguíneo al contraer las venas. Nada bueno, probablemente.

La única terapia de aplicación de frío “sensata”, es la crioterapia. Coge unos cubitos de hielo, y aplícalos en la piel hasta que se ponga blanca. Si, es la primera fase de congelación. Bien. Tu cerebro pensará ‘¡peligro!’ y, tan pronto como quites el hielo (simplemente no te pases…), enviará más sangre a tu dedo. ¡Diana!

Toda forma de masaje incrementa el riego sanguíneo. Aprende a masajear el dedo con tu fisio. Aunque pueda parecer violento y doloroso, algunos especialistas recomiendan hacerlo a las 48h de la lesión.

Nadie sabe si realmente utilizar Crimp Oil, arnica, u otros remedios tradicionales hace algo para ayudar a la recuperación, pero al menos hace el masaje más placentero, nutre tu piel y huele bien.

Por lo que tengo entendido, “flossing” es una técnica relativamente nueva, y no tengo ni idea de dónde sale el nombre. No necesitas nada elaborado, una tira de goma vale para restringir el riego sanguíneo, (¡temporalmente!), y luego soltar de golpe para dejar pasar un rápido flujo de sangre “nueva” y su magia curativa.

Dado que tu lesión ocurrió agarrando (probablemente una regleta), es muy probable que no haya razón para no empezar a trabajar músculos antagonistas desde el principio, pero para estar seguros, consulta con tu fisio primero. Si te dan luz verde, utiliza Power Fingers, o un cubo de arroz para ejercitar los extensores. Esto hará que mejore la fuerza y estabilidad general, acelerando la recuperación, y ayudando a prevenir lesiones futuras.

Con suerte, utilizando los métodos descritos arriba, volverás a apretar regletas enseguida. Por supuesto, sigue investigando, y en vez de desistir, sé proactivo intentando encontrar maneras de volver a dar guerra. Las lesiones de dedos son una parte más de este deporte, y todo lo que podemos hacer es intentar prevenir y, en el peor de los casos, tratar.

No os olvidéis de dejarnos saber en los comentarios si sabéis de algún otro método de recuperación.

¡Feliz escalada!


 

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